Fin de Camino 2018

Un camín espectacular el del camín de Santiago al so pasu per Asturies. Ye una tierra qu'entra por tolos tos sentíos. Enforma qu'ufiertar y enforma qu'aprender. El colores, los sabores, los golores, los matices, la piedra y la roca, l'agua y el mar. Verde de tierra, azul de cantábricu. Negru de mina, marrón de la so tierra. Cayuela negra y mariellu de toxu. Unes xentes dispuestes y una cultura rica y completa. Una bona tierra.

Siente el peregrino la necesidad de transitar. Como si de un imán se tratara, Santiago te llama y te hace avanzar llevándote como una semilla en el viento, como un canto rodado en el río. Es verdad que te asaltan momentos de duda, pues el cansancio y las condiciones liman el aliento del caminante. Te empuja a no continuar el viento y el agua, el polvo y el barro, el cansancio y el pesar. Pero algo te lleva, aún con todo, a continuar la aventura al finis terrae.

Tuvimos la oportunidad este Camino del Norte 2018, de disfrutar de lo lindo de una tierra que se ofrece y se abre a ti. Es un auténtico placer caminar por la senda con las montañas a tu lado y el Cantábrico golpeando la costa al otro, contemplar las barcas del puerto en Llanes, Ribadesella o Navia, pasar el río Nalón, transitar cruzando riachuelos por ballotas, contemplar la Playa del Silencio o escuchar el viento desde el faro de Luarca, escanciar sidrina en Avilés, comer faves en Ribadesella, contemplar el ayuntamiento de Colunga. O subir el Alto de la Cruz desde Niévares y descender por el valle del Peon, ver el arco iris camino de Villuir, cerrar los ojos ante la iglesia prerrománica de San Salvador en Priesca antes de bajar a La Vega, tocar y escuchar las piedras del descuidado Palacio de Valdecarzana en Muros, pasar por casa de la güelina en Cadavedo, contemplar el horru asturianu, vadear el río Porcia, cruzar el puente de los Santos sobre la ría del Eo.....entrar en Galiza!!!! Escucha. Huele. Toca. Mira. Siente.
Un placer caminar al lado de Fer, Rafa, Javier y Ricardo. Compartir momentos con ellos, es siempre una puerta abierta a aprender a ser más persona en este viaje que es la vida. Muchas gracias.
Muchas gracias también a todos aquellos que en la distancia habéis compartido nuestros sabores y sinsabores, nuestras risas y nuestras dudas, y nos habéis animado a seguir. Muchas gracias.
El año que viene espero que Santiago nos de también su fuerza y su ánimo para llegar a su casa en la Plaza del Obradoiro, completando aquello que, hace algún tiempo, iniciamos en el Puente de Santiago sobre el río Bidasoa, Irún.
Hasta l'añu que vien!!